NADA ES PARA SIEMPRE
Cuando despiertes, más
temprano, porque empieza la semana,
y no como anteayer,
que saliste del sueño tipo once,
y aun hubieras dormido
un rato más, las nubes que mordían,
hace unas horas, roncas
de jorobar, tu tímida conciencia,
habrán partido. ¿Viste?
También al mal le toca disiparse.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario