ÚLTIMO NOMBRE
Estos ojos de nadie
--ni de mí mismo-- captan
una fiel certidumbre
que es la de los objetos
en torno. Como yo,
penden bajo un foquito
borracho de ictericia
y la noche consulta
mapas celestes. Todo
me lleva a sospechar
que somos una sola
duración y que, cuando
muera, de algún oscuro
modo dirán mi nombre
para luego apagarse
sin la más boba queja.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario