NO TE VAYAS
La ligera presión
de tus dedos las veces
que recorro tus hombros
con mis manos y parto
parece un balbuceo
pronunciado en el puro
idioma sin palabras
con que me distinguís.
Caricias que en la noche
serán lejanas, casi
fantasmales; caricias
que ojalá se reanuden;
manos y piel que fundan
nuestro cuartito azul.
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