sábado, 22 de diciembre de 2018

HÍPER REALISMO


A fuerza de mirar 
las cosas que yacían 
aquí y allá en mi casa, 
imaginé su doble 
perfecto: una poltrona 
sin nada alrededor, 
y la mirada, absurda, 
recordando. Qué propio 
de la vida lo ajado, 
lo sucio, lo renuente 
al orden. La poltrona 
me tenía, y apenas 
había luz radiante, 
reverberando en ecos 
inhumanos, de un hule 
blanco, puro, inasible. 

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