viernes, 11 de enero de 2019

CASA INTERIOR


Cómo podés sentirte 
poca cosa... Dejá 
de habitar los rincones 
oscuros habituales 
en tu mansión de llanto. 
Dejá de hacerle caso 
--como quiere Spinetta-- 
al enemigo. Dale: 
sos una con tu vida. 
No dejés que te usurpe 
el corazón ese odio 
que te vino de afuera. 
Echalo: eso no es tuyo, 
no sos vos. Disponé 
una ventana al sol 
y no dejés pasar 
a cualquiera. Que el mundo 
alberga la perfidia, 
no sólo mariposas. 

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