¿TENÉS FUEGO?
Volvés a sonreír
cada tanto --y ahora
no te estoy viendo; ahora
te recuerdo--, nacida
de nuevo para mí,
como cuando te viera
por vez primera: una amplia
sonrisa luminosa
y un querer acercarte
sin demasiadas vueltas:
nada bajo la manga.
Te veo como fuiste
de siempre una vez más,
y me alegra saber
que así sos de dadora
de tu ser: porque sí.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario