martes, 22 de enero de 2019
DE A POCO
Asisto a tu mudanza
y me sonrío. Anoche
te bañaste. Quedó
el shampoo con la crema
de enjuague al otro lado
de la ducha, tal como
ocupan ese sitio
los potes en la casa
de tus viejos. Tampoco
copiás todo: está el ramo
con hojas de eucaliptus
que al mojarse decís
que propicia mejoras
en salud y energías.
Así, mirando atrás
y adelante, hornerito,
buscás establecer
con lares y penates
no sólo del pasado
la casa que en el mundo
quisiste desde siempre.
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